¿Qué ocurre con tu maleta desde que la facturas hasta que llega a tu destino?
Facturar una maleta es, para la mayoría de los pasajeros, un acto tan rutinario como temeroso: la dejan en el mostrador, recogen un resguardo y ahí viene el acto de fe en el que confían en que la recogerán en la cinta transportadora de equipajes cuando lleguen a su destino.
Como decíamos, un gesto tan rutinario como temeroso, ya que no hay viajero que no sienta cierta intranquilidad y miedo a que extravíen su maleta, algo que ocurre con demasiada frecuencia como ya hemos comentado en este post.
En esta ocasión, vamos a ser optimistas y confiar en que tu maleta llegará sana y salva. ¿Sabes el recorrido que ha hecho mientras tú embarcabas y volabas a tu destino? Lo que ocurre con tu equipaje en ese intervalo de tiempo es un proceso complejo, altamente automatizado y cuidadosamente coordinado entre distintos equipos y sistemas. A continuación, te explicamos paso a paso qué sucede con tu maleta desde que la facturas y desaparece tras la cinta del mostrador hasta que reaparece en la cinta de recogida de equipajes.
Este es el recorrido que hace tu maleta desde que la facturas
1.- Etiquetado y registro
Cuando entregas tu maleta en el mostrador de facturación, se le coloca una etiqueta con un código de barras (o código RFID en algunos aeropuertos). Esta etiqueta contiene información vital: número de vuelo, destino, escalas y un identificador único vinculado a tu reserva.
A partir de ese momento, la maleta forma parte de un sistema de seguimiento interno que permite localizarla en todo momento.
2.- Clasificación automática
Tras desaparecer por la cinta transportadora, tu equipaje entra en el sistema de gestión de equipajes (BHS, Baggage Handling System). Se trata de una red de cintas transportadoras, escáneres y clasificadores automáticos. Mediante lectores ópticos o sensores RFID, el sistema identifica a qué vuelo pertenece cada maleta y la dirige hacia el área correspondiente.
3.- Inspección de seguridad
Durante el trayecto en el sistema de cintas, la maleta pasa por varios controles de seguridad automatizados. Los escáneres de rayos X o equipos de detección de explosivos verifican que el contenido sea seguro. En caso de que se detecte algo sospechoso, el equipaje es apartado para una revisión manual por parte del personal de seguridad aeroportuaria.
4.- Consolidación y carga en el avión
Una vez aprobada, la maleta es transportada hasta una zona conocida como «sala de clasificación manual» o directamente al área de carga. Allí, operarios la introducen en contenedores específicos (ULD, Unit Load Devices) o directamente en bodegas según el tipo de avión. Todo se realiza siguiendo un plan de carga que equilibra el peso y prioriza maletas con conexiones ajustadas.
5.- Transporte aéreo y conexiones
Si el vuelo tiene escalas, el sistema repite el proceso que ha hecho en el primer aeropuerto: descarga, reclasificación y nuevo embarque. Las maletas con vuelos en conexión suelen tener prioridad para reducir el riesgo de pérdida.
6.- Descarga y entrega al sistema de destino
Al aterrizar, las maletas son descargadas por el personal de tierra y entregadas al sistema de transporte interno del aeropuerto de destino. Desde allí, vuelven a circular por cintas clasificadoras que las llevan hasta la cinta asignada para el vuelo en cuestión.
7.- Recogida por el pasajero
Finalmente, tu maleta llega a la cinta de equipajes, donde puedes recogerla. En este punto concluye un recorrido complejo, invisibilizado pero esencial, que combina tecnología, logística y control de seguridad al más alto nivel.
Como decíamos, esto es lo que debería ocurrir siempre con tu maleta desde que la facturas aunque, por desgracia, no siempre es así y el extravío de equipajes está a la orden del día. ¿Sabes dónde no tendrás que sufrir ese temor de si el servicio funcionará correctamente? Pues si reservas una plaza de parking con nosotros para dejar tu coche en el aeropuerto.
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