Rutas polares - Parking del Aeropuerto

¿Has oído hablar de las rutas aéreas polares y por qué se utilizan?

En los últimos años, las rutas polares han adquirido gran relevancia en la aviación comercial, entre otras cuestiones, por su gran contribución a la reducción de las emisiones de CO2, aspecto que, como bien sabes, siempre se ha mirado con lupa cuando hablamos del transporte aéreo.

Estas rutas son trayectos que atraviesan o pasan muy cerca de las regiones árticas y antárticas y, aunque en un mapa plano puedan parecer desvíos innecesarios, son todo lo contrario: permiten realizar muchas conexiones intercontinentales siguiendo los arcos del gran círculo (la distancia más corta entre dos puntos de la esfera) lo que supone invertir menos tiempo en el trayecto y menos combustible. ¿Quieres saber cuándo se utilizan y los desafíos a los que se enfrentan? Pues hoy te lo contamos en este nuevo post.

¿Qué son las rutas polares en las rutas aéreas comerciales?

Una ruta polar es cualquier corredor aéreo que cruza latitudes altas (por encima de los 78º latitud norte) y que se acerca o discurre por el Ártico o, en menor medida, por el Polo Norte.

Estas rutas polares nacen de la geometría de la Tierra (gran círculos) y de la necesidad de optimizar trayectos entre, por ejemplo, la costa oeste de América y destinos en Asia o Europa. Además del ahorro de distancia y de tiempo, estas rutas han permitido abrir conexiones más directas entre ciudades que antes obligaban a escalas.

¿Cuándo se utilizan?

Las rutas polares suelen emplearse en vuelos internacionales de larga distancia, cuando el gran círculo entre origen y destino pasa por latitudes altas.

Son frecuentes en rutas Norteamérica–Asia y Europa–Asia y se planifican como itinerarios cuando el ahorro de tiempo y combustible compensa las particularidades operativas y se cuenta con aprobaciones regulatorias.

Hoy podemos hablar de tres tipos de rutas polares principales:

  • Ruta Polar 1: conecta Norteamérica con Asia y cruza el norte de Canadá y/o Siberia.
  • Ruta Polar 2: une oeste de Estados Unidos con este de Asia, sobrevolando el Ártico central.
  • Ruta Polar 3: enlaza Asia con América del Norte por el norte de Europa y Groenlandia.

¿Qué particularidades tienen estas rutas?

Las rutas polares presentan muchas ventajas como ese ahorro de tiempo y combustible del que ya te hemos hablado, pero también implican desafíos técnicos y operativos importantes:

    • Gestión del combustible para evitar congelación en condiciones de “cold soak”.
    • Designación de aeropuertos alternativos en zonas remotas por lo que pueda pasar.
    • Protocolos especiales frente a la “zona de inexactitud magnética” cerca del polo.
    • Consideración de la meteorología espacial (tormentas geomagnéticas) y la mayor exposición a radiación cósmica en vuelos prolongados a latitudes altas.

Por razones regulatorias, las aerolíneas deben obtener aprobaciones específicas para operar en zonas polares y demostrar procedimientos adecuados de gestión de combustible, identificación de aeropuertos alternos y capacidades de comunicación satelital. Todos estos protocolos y requisitos están regulados por autoridades y organismos de aviación internacionales.

Ventajas de las rutas polares

Pero no todo son dificultades. Es evidente que si estas rutas polares han ganado popularidad es porque sus ventajas compensan esos riesgos. Entre ellas destacan:

1.- Son rutas más sostenibles y respetuosas: Cuando un viaje internacional sigue una de estas rutas, puede llegar a ahorrar hasta 2 horas de vuelo respecto a trayectorias convencionales, lo que se traduce en importantes beneficios operativos y ambientales, principalmente en la menor emisión de CO2.

2.- Mejoran la conectividad global: Las rutas polares han permitido desarrollar nuevas conexiones directas entre ciudades que antes requerían escalas intermedias, como es el caso del vuelo directo Nueva York – Hong Kong.

3.- Contribuyen a prolongar la vida útil de los aviones: Al reducir las horas de vuelo, se desgastan menos los motores de los aviones, consiguiendo ampliar su vida útil al evitar que se sometan a vuelos tan largos. Además, como estas rutas polares son un tanto excepcionales, suelen ser más fáciles de planificar y gestionar en un espacio aéreo menos saturado.

Consejo práctico para viajeros de vuelos intercontinentales

Si vas a realizar un vuelo intercontinental, tanto si va a seguir una ruta polar como si no, lo más probable es que se trata de un viaje que te llevará a estar bastantes días fuera, lo que conlleva más organización, más equipaje, más estrés… En estos casos, te aconsejamos no agobiarte más buscando medios de transporte y acudir al aeropuerto en tu propio vehículo.

Puedes reservar una plaza de aparcamiento en Parking del Aeropuerto, muy cercano al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid – Barajas  y así evitarás prisas, no tendrás que estar cargando con tu equipaje en medios de transporte públicos y reducirás el riesgo de imprevistos.

Si vas a realizar un viaje largo, reserva una plaza con nosotros. Contamos con tarifas especiales de parking para larga estancia en la T1.